La hipertermia, una técnica que eleva la temperatura en el interior de los tumores, ha demostrado su eficacia en el tratamiento del cáncer. Según estudios científicos realizados en Europa y Estados Unidos, cuando se combina con radioterapia o quimioterapia, la hipertermia se convierte en una poderosa aliada en la lucha contra algunos tipos de cáncer.

Bajo la supervisión del doctor Jorge Contreras, del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Regional de Málaga y coordinador del Grupo de Hipertermia de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), esta técnica controlada eleva la temperatura en el interior del tumor a aproximadamente 40-44ºC. Lo notable es que, a diferencia de otros tratamientos, no daña los tejidos sanos circundantes, lo que minimiza los efectos secundarios.

La hipertermia hace que las células tumorales sean más susceptibles a la radioterapia, mejorando su eficacia hasta en un 1,5 veces. Esto es especialmente relevante dado que las células tumorales suelen ser tres veces más resistentes a la radiación que las células sanas. Además, la hipertermia también se ha asociado con la activación del sistema inmune, lo que puede potenciar aún más su capacidad para combatir el cáncer.

Los resultados positivos de la hipertermia se respaldan con 18 estudios aleatorios, que muestran mejoras significativas en pacientes que recibieron tratamiento combinado de radioterapia o quimioterapia con esta técnica. Los ensayos más destacados se llevaron a cabo en casos de cáncer de cabeza y cuello con afectación de ganglios linfáticos, melanoma maligno, cáncer de mama y cáncer de cérvix.

Según los expertos de la SEOR, estos hallazgos respaldan la inclusión de la hipertermia en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, y se aboga por futuras investigaciones para evaluar su eficacia en otros tipos de tumores. La hipertermia, una herramienta prometedora en la lucha contra el cáncer, continúa ofreciendo esperanza y oportunidades para mejorar la calidad de vida de los pacientes.